Muchas veces, cuando se necesita contratar un servicio de transporte, escuchamos la palabra "flete" o "fletero". Otras veces, en cambio, cuando se trata de un cambio de hogar, inmediatamente pensamos en buscar empresas de mudanza. Sin embargo, existe un punto intermedio, algo en la gama de grises (por decirlo de alguna forma) en el que estos dos tipos de servicios se mezclan, haciendo más difícil saber cuál conviene contratar.
Por esta razón, decidimos crear un post informativo, y así ayudar a los que estén en la duda de si deben buscar un flete o mudanza.
¿Qué es un flete?
En primer lugar, y en términos bien simples, un flete consiste en transportar objetos de un punto A a otro punto B. En este caso, el servicio de carga y descarga es opcional, y muchas veces, solo se contrata el transporte de puerta a puerta, sin la reubicación de los objetos.
Los servicios de flete suelen ser más simples. Un fletero, si bien protege los objetos que transporta, lo hace de una manera mucho menos robusta, generalmente solo con film plástico.
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¿Qué es una mudanza?
Una mudanza, en cambio, es un servicio totalmente multivariable que engloba el transporte, la protección de muebles, la carga y descarga, e incluso otros servicios adicionales como el embalaje de cajas o el armado y desarmado de muebles.
Otro punto relevante es la protección de los muebles. En las mudanzas, se considera una protección mucho más exigente, con film plástico, frazadas e incluso cartón corrugado si es necesario. Una mudanza es un servicio más complejo e integral que un flete y, obviamente, eso lo hace también ser más costoso.